martes, 10 de junio de 2008

Secundaria III

En tercer año, Sandra seguía buscándome de vez en cuando.. la verdad nunca dejé de juntarme con ella, pues nunca supo lo que yo sentía por Oscar, y por primera vez, al ya no estar tan cercana Tere, me confió a mi, que le gustaba un chavo que veía por las tardes en las clases de inglés, que según sus propias palabras, era mucho más guapo que Oscar y que ya estaba en prepa..

Cuando me dijo eso, en mi sentí un enojo extraño, por un lado podía estar contenta porque eso significaba que iba a mandar a volar a Oscar, pero por otro, me dolía que lo despreciara así cuando yo lo quería tanto.. en efecto, lo mandó a volar casi recién que entramos a clases, y si, adivinaron, Oscar volvió a buscarme para que le ayudara con Sandra, pensarán que esas son cosas de niños, pues en ese entonces tenía 14 años, pero es sin duda doloroso, escuchar a la persona que quieres, hablando todo el tiempo de su amor por otra persona y peor aún pidiéndote que le ayudes, cosa que por cariño, desde luego, hacía.

Casi todo el tercer año transcurrió de ese modo, en determinado momento sentía que a Sandra le gustaba la situación, y en ocasiones hacía como que volvía con él, pero nunca fué un regreso real, Sandra estaba deslumbrada con el otro chavo de sus clases de inglés.

Oscar volvió a pasar mucho tiempo conmigo, pero no era igual que antes, el tenía sus afectos puestos en otro lado, y yo era para él, no más que el único vínculo que le quedaba con su ex-novia.

Llegó la parte final de tercer año, ya saben, la ceremonia, esa donde entrabas caminando de la mano con un compañero, la verdad todo eso de la graduación fué un trago amargo para mi, pues ninguno de mis compañeros al parecer quería entrar conmigo tomado de la mano al salón; la maestra, que percibió el problema, fué discreta en el manejo del asunto y asignó al que creyó no tendría problema en acompañarme.. Oscar.

Ensayamos realmente poco, la única coreografía que ejecutaríamos consistía en entrar marcando un paso por parejas y dirigirnos así hasta los asientos que nos habían asignado..

Llegó el día de la graduación, las maestras habían acordado que usaríamos el horrible uniforme que las demás odiaban pero que yo para ese entonces adoraba.. nos formamos como lo habíamos ensayado, empezó la música y empezaron a moverse las primeras parejas, cuando tocó nuestro turno, Oscar empezó a avanzar sin tomarme de la mano... no lo iba a hacer delante de tanta gente, sentí su rechazo con todo mi corazón, avance sin saber que hacer con mi mano vacía, se me hizo eterno el camino desde la entrada hasta mi asiento, con la mirada de los padres sobre mi, no quería bailar! no quería sonreir! de hecho al tratar de sonreír, sentía que mi cara temblaba haciendo muecas extrañas, nada parecido a una sonrisa, mas bien, sentía unas ganas terribles de llorar y de querer salir huyendo de ahí..

En ese entonces mi mamá tenía una vecina que iba todos los días a la casa a platicar un rato con ella, y me pidió ser mi madrina, el día de la graduación me compró un ramo de rosas bien bonito.. y ahí estaba ella bien orgullosa de mi, sentada al lado de mi mamá, cuando llegué a mi lugar después del recorrido kilométrico ( o al menos así me lo pareció a mi) de repente ahí estaba ella, y me abrazó.. me dijo palabras de felicitación por la graduación, pero yo sabía que estaba ahí por otro motivo, seguramente vió mi cara de sufrimiento durante todo el trayecto a mi silla.

En ese instante, pidieron a los alumnos que recibiríamos un reconocimiento por nuestros logros académicos que pasaramos al frente a recibirlos y de ése modo pude escapar de ése lugar al lado del que por mucho tiempo consideré mi amigo, que por cierto, para ese entonces ya no le iba tan bien y no le tocó pasar a recibir nada.

Terminó mi graduación, mi etapa en secundaria, esa que me dejó un sabor agridulce, los triunfos académicos por un lado y el fracaso afectivo en todos los niveles por otro.

No volví a saber nada de Oscar, ni de Sandra, mucho menos de Tere.. pues a ellos les tocó en la prepa que todos queríamos, yo no supe irme el día que tocaba mi inscripción en la Uni, así que dí mil vueltas y llegué bien tarde a la inscripción y a pesar de llevar carta de primer lugar y mis calificaciones, me mandaron a la prepa que era considerada como de segunda... de segunda? para nada!!

Para esas fechas, había llegado a Monterrey uno de mis primos que viven fuera de la ciudad, venía también a estudiar la prepa, a el le tocó en la Alvaro Obregón y aunque no vivía tan cerca de casa, venía seguido por el rumbo y él vino a enseñarme un mundo que yo no conocía, un mundo en el que Menudo y Miguel Bosé no tenían cabida y así en ese verano, conocí a Ronnie James Dio, a Black Sabbath, a Judas Priest y a Iron Maiden y desde entonces, quedé atrapada por el género para toda la vida.


1 comentario:

blackeagle-italiano dijo...

Aaah que triste es cuando pasas de ser una posibilidad de noviazgo al encasillamiento de "amigo" y que te pidan ayuda para picarle las costillas a otro, a mi me sucedio en la Universidad, nunca estuve enamorado de aquella compañera pero si me agradaba, no era bonita pero tenia algo que me hacia interesarme en ella y no solo como amistad!!
Son detalles que no se desean y por eso es tan cierto cuando se dice que es mejor dejar en claro cuando tus intenciones son de interés para con el otro en un nivel más alla de la simple amistad!!
Pronto regreso a leer el ultimo post.

Saludos.